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domingo, 24 de octubre de 2010

Frankenstein conquers the world (1965)

Si existe un sub género cinematográfico por el que sienta una pasión rayando en lo obsesivo ese es sin duda el kaiju-eiga, el cine de monstrous gigantes japoneses, nacido a raiz del éxito de la ciencia ficción americana y con Godzilla como icono máximo tuvo su momento de máxima popularidad en la década de los 60, la razón por la que unos films cuyos argumentos alocados y sin sentido sobre monstruos gigantes destruyendo maquetas de ciudades de Japón y luchando entre sí han generado tanto éxito no solo en su país de origen sinó en buena parte del mundo es un misterio.
El director insignia de este género fue el gran Ishiro Honda, el Kurosawa de la ciencia ficción japonesa y un director que se tendría que tener más en cuenta. Creador del personaje de Godzilla, responsable de la mayoría de sus películas clásicas y de un buen puñado de films muy recomendables que seguían la misma temática.
El film que nos ocupa se trata de uno de los proyectos más interesantes del director, la historia arranca con el descubrimiento por parte de los nazis del corazón inmortal de Frankenstein el cual lo envían a Japón con tanta mala suerte que ese mismo día es el bombardeo de Hiroshima y la ciudad desaparece por las bombas atómicas, pero entre los escombros un niño devora el corazón ahora radiactivo de Frankenstein el cual lo convertirá en un gigante que sembrará el caos en el futuro.

Uno de los puntos fuertes es sin duda el desarrollo del argumento, totalmente de comic y muy atrayente, ese inicio en Hiroshima es genial, dirigido con gran pulso y con una sobrecogedora escena de la explosión de la bomba atómica sobre la ciudad.
El Frankenstein protagoniza grandes momentos en el apartado técnico si nos olvidamos de detalles definitivamente Z como el hecho de que el niño crezca pero como es posible que su ropa crezca con el...La primera hora del film está narrada de forma ejemplar y con un despliegue de efectos especiales muy dignos para la época y superiores incluso a los de la saga Godzilla, es a partir de entonces cuando el film pega un leve bajón con la aparición con calzador del monstruo gigante de turno, en este caso Baragon, una lagartija cuadrúpeda comepersonas con un cuerno en el hocico que lanza rayos destructivos y que protagonizará una gran batalla final contra Frankenstein en los bosques del Monte Fuji, otro de los magníficos momentos del film, ese final trágico con el citado volcán entrando en erupción mientras los dos monstruos luchan entre sí.

En resumen, nos encontramos con un ejemplo de ciencia ficción muy divertido y recomendable y aunque no sea uno de los trabajos más gloriosos de Ishiro Honda se aguanta bien, tiene momentos fantásticos y nos demuestra que no solo hay Godzilla en la ciencia ficción japonesa.

Aqui podeis ver el trailer y seguido la mítica escena de Frankenstein enfrentandose a un pulpo gigante, escena eliminada que no se incluyó en el montaje final

Nota: 8/10

miércoles, 20 de octubre de 2010

The man from planet X (1951)

Si señores, esta es la película que lo origino todo, debido al éxito de esta modesta producción el cine de ciencia ficción explotó, penetró en las masas y vivió su gran época dorada durante los años 50.
Rodada en únicamente 6 días, este es un genial ejemplo de que no hace falta un presupuesto desorbitado para hacer una buena película, porque su crédito no se alejó demasiado de otros horrores de la serie Z de la época pero el buen hacer y pasión de los que se vieron involucrados en el proyecto hicieron mucho del resultado final.
La historia gira en torno al descubrimiento por parte de unos científicos de una nave espacial en un pantano en medio de la nada, allí descubren a un extraterrestre.

A pesar de su evidente tono de ciencia ficción el film se acerca más al terror gótico de los films de la Universal con especial atención al primer Frankenstein, por ejemplo, tras el descubrimiento del alien los científicos se lo llevan a su laboratorio para intentar comunicarse con el pero al final el ser espacial será maltratado y humillado por uno de los científicos lo que provocará la furia de éste. 

 
Su ambientación, es uno de sus puntos fuertes, con esos páramos llenos a rebosar de niebla o ese laboratorio que más bien es un pequeño castillo gótico, de echo el film reutilizó los escenarios y decorados de Juana de Arco para economizar la producción.
Otro de los puntos fuertes es por supuesto el alienígena, un hombrecito vestido con un traje y un casco de astronauta que acaba siendo entrañable y cuya imagen se ha convertido en uno de los iconos de la ciencia ficción de la época.
A pesar de sus numerosos fallos, como por ejemplo la pobreza de los efectos especiales ocasionados en su mayoría por la falta de presupuesto nos encontramos ante una obra entrañable, un pequeño clásico de vital importancia para entender la fiebre de cine de ciencia ficción que hubo en el resto de la década.

Nota: 8/10



martes, 5 de octubre de 2010

Superman contra la banda negra (1958)

Si señores, nos enfrentamos con la versión japonesa de Superman, todo un clásico del cine más friki. Es muy difícil enfrentarse a este film para empezar se trata de una serie Z de hace más de 50 años pero a diferencia de un director de la misma época como Ed Wood que a pesar de hacer films malísimos eran puro entretenimiento no se puede decir lo mismo del film que nos ocupa pero su visionado proporcionará unas buenas risas como buena serie Z que se precie. A pesar de que sirvió de precedente para las posteriores películas de Superman protagonizadas por Christopher Reeve o las series japonesas de superhéroes como Ultraman, el film es una versión muy libre del hombre de acero pero mantiene parte de su esencia como su capacidad para volar, su origen espacial o su súper fuerza.
En el film los zafirianos, habitantes de la recóndita galaxia de Zafiro preparan una guerra contra el resto del Universo, empezando por la tierra. Para asegurar el éxito de su colonización universal secuestran al terrícola Dr. Yamanaka, experto diseñador de misiles, y a sus hijos. La tierra cuenta con un inesperado aliado. “Superman”, un habitante del evolucionado planeta Esmeralda.

Ya tiene fama los estrambóticos títulos que las distribuidoras españolas ponen cada cierto tiempo a películas de diversa índole, este es un caso delirante, pues no existe ningún Superman en la versión original del film y de titularse Attack from space pasó a llamarse en su estreno español (en 1966) con el mítico titulo de Superman contra la banda negra.

El héroe del film en realidad se llama Supergiant y es simplemente un japonés disfrazado con un pijama con capa y capucha coronada por una antena, delirante. Aparte, como suele ser habitual en estos productos los efectos especiales son paupérrimos y casposos como esas naves espaciales de cartón sujetadas por un cable perfectamente visible, la lucha final de Superman contra la banda negra filmada a cámara rápida (impresionante) donde el héroe va golpeando al aire y haciendo que 2 o 3 enemigos caigan sin motivo o increíbles saltos logrados por el rebobinado de la imagen.

Todo esto hace que su visionado sea divertidísimo y entrañable pero a pesar de esto, el film se toma demasiado en serio a si mismo para lo que es, no hay tensión, la penosa fotografía en blanco y negro hacen de ella un visionado sólo apto para gourmets de la caspa más acartonada y completistas.

Y este film no fue el único sobre el personaje sino que formo parte de una trilogía formada por Superman el invencible, Superman ataca a los platillos volantes y la comentada aquí.