Hasta aquí la saga clásica de Godzilla había mantenido un buen nivel en general, pero la gran sequía de ideas era algo evidente. Este film marca el inicio de la decadencia más absoluta del saurio radiactivo en unos productos cada vez más absurdos, infantiles, ridículos y totalmente Z que destrozaron el buen hacer de los anteriores films.
Ishiro Honda fue capaz de lo mejor pero tambien de lo peor ya que fue el responsable del film que nos ocupa hoy, sin lugar a dudas el peor título de toda la saga Godzilla.
La historia narra las andanzas de Ichiro un niño tímido, marginado y sin amigos el cual su única válvula de escape es soñar que está en la isla de los monstruos y que es amigo de Minya, el hijo de Godzilla. Los dos se dedican a ver las batallas de Godzilla contra otros monstruos.
Con tal historia se podría haber hecho como mínimo un bonito cuento infantil en el que los monstruos gigantes no son más que amigos imaginarios de un niño solitario pero varias desgracias ocurrieron durante el rodaje. La más importante es que el mago de los efectos especiales, Eiji Tsuburaya, murió durante el rodaje lo que hizo que Honda perdiera interés tanto en el film como en la saga Godzilla y otra fue las enormes restricciones presupuestarias que obligaron a que la gran mayoría de escenas con monstruos fueran escenas recicladas de anteriores películas.
Vayamos por partes. La saga Gamera (el rival cinematográfico de Godzilla) estava generando generosas ganancias al volcarse hacía films más infantiles con lo que Godzilla no quiso quedarse atrás y el resultado lo tenemos aquí y es que tengamos que aguantar al niñato protagonista toda la película que no hace ni pizca de gracia y encima manteniendo conversaciones estúpidas con Minya que ahora...¡HA APRENDIDO A HABLAR!! y el pobre está triste porque dice que su padre no le hace ni caso...Otro horror es el nuevo monstruo de turno, Gabarah, una ridiculez como pocas.
Se podría seguir diciendo los horrores de la cinta: la espeluznante canción del inicio con lo que parece ser un niñato pegando gritos como loco, la estúpida trama de unos ladrones secuestrando al niñato...Y la escena final es lo mejor de todo, Ichiro se lía a hostias con el grupo de niños que lo acosa y se hacen amigos y presumiblemente inician una carrera delictiva...Bonita moraleja, la violencia soluciona los problemas.
En fin es una lástima hasta que extremos ha llegado el pobre Godzilla. La isla de los monstruos se puede ver como una curiosidad aunque no es un film demasiado recomendable si no se tiene 5 años.
Nota: 2/10
El tráiler
Los títulos de crédito del film con la espeluznante canción, os cambiará la vida.
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viernes, 11 de marzo de 2011
La isla de los monstruos (1969)
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