Hedorah, la burbuja tóxica (1971)

La saga Godzilla entró en la década de los 70 con el film más extraño y bizarro de toda la serie. Tras el descomunal desplome creativo y taquillero que llevaba últimamente la saga y con la renuncia definitiva de Ishiro Honda de volver a dirigir a Godzilla se renovó a todo el equipo creativo, se creó un nuevo guión con temáticas acordes a los tiempos que corrían y se dio un presupuesto más generoso que de costumbre. El responsable esta vez, Yoshimitsu Banno, creó una obra extremadamente bizarra que en cierta manera renovó y dio aires nuevos al personaje aunque tanto los espectadores como la crítica la vapulearon.

La historia narra la aparición de un monstruo gigante nacido a partir de la contaminación y al que llaman Hedorah. El bicho en cuestión va creciendo a medida que se alimenta de residuos tóxicos. Pero aparece Godzilla y los monstruos chocan en combate.

Para el film se volvió a la estructura clásica de enfrentar únicamente a 2 monstruos dejando así atrás las reunificaciones masivas de bichos gigantes. Supone una agradable sorpresa ver que durante la mayor parte de metraje el film se toma muy en serio a si misma si obviamos algunas gilipolleces que comentaremos más adelante. Se vuelve en cierta manera a la alegoría presente en los primeros años de la saga tratando un tema muy en boga en esa época como es la contaminación ambiental en sustitución al peligro atómico y no es tan mala idea convertir a Godzilla en luchador de la polución y los residuos tóxicos y asi se dejaba atrás las tan sobadas invasiones extraterrestres.

El nuevo monstruo es, a gusto personal, uno de mis villanos favoritos de la saga, un monstruo informe que va mutando a lo largo del film en varias formas, desde ser una especie de renacuajo acuático, a poder volar o poder convertirse en una gran masa andante y destructora.

Pero no estamos ante un kaiju cualquiera. La mayor parte del film es claramente infantil, tenemos a un niño protagonista el cual habla con Godzilla entre otras niñatadas bastante insoportables...pero mezcladas con escenas de terror donde somos testigos de masacres en serie de personas...lo que la verdad, choca. Si a eso sumamos escenas que se podrían clasificar como lisérgicas con jóvenes en la discoteca teniendo visiones surrealistas por LSD, hippys lanzando antorchas contra un monstruo de 100 metros, unos títulos de crédito dignos de James Bond con una japonesa cantando, fragmentos de dibujos animados explicando detalles de la trama y lo mejor de todo...GODZILLA VUELA !! Si, en serio, el monstruo se enrosca y con la ayuda de su aliento radiactivo consigue volar...aunque la escena es totalmente ridícula y olvidable.

A pesar de todo en el film podemos ver escenas espectaculares: el espeluznante encuentro bajo el agua entre el científico y Hedorah, el ataque de Hedorah al coche de los protagonistas, cuando un trozo del bicho tóxico entra en una discoteca sembrando el terror, las inquietantes escenas de Hedorah aspirando el humo de las fábricas y la mejor escena de la película, el monstruo convertido en un ser volador suelta ácido por toda la ciudad matando a toda persona que se cruce en su camino, brutal. Lástima que toda la tensión mantenida en la primera hora se diluya en una interminable batalla final de media hora que se hace eterna.

Con Hedorah, la burbuja tóxica se supo adaptarse a los nuevos tiempos aunque no tuvo el éxito esperado y acusaron al director de arruinar la saga. A su manera es una pequeña joya de serie Z bizarra, toda una curiosidad que puede dar algunas sorpresas al aficionado por sus peculiaridades. Lo que está claro es que es un film único.

Nota: 6/10


Trailer del film


Godzilla vuela