En 1973, una nave espacial llega a Marte para averiguar qué aconteció con una expedición anterior: sólo hallan al capitán, y el resto de la dotación ha desaparecido. Acusado de matar a sus compañeros, el hombre es apresado y conducido de regreso a la Tierra. Pero antes de despegar de Marte, una criatura se cuela en el interior de la nave...
El punto fuerte del film es sin duda su ambientación que supuso una agradable variación a los típicos films de ciencia ficción de la época. A pesar de la evidente falta de presupuesto se supo crear unos escenarios claustrofóbicos y oscuros. El diseño de la criatura es muy bueno, da la sensación de ser indestructible y consigue crear una cierta inquietud, eso si siempre y cuando el bicho esté entre sombras (que es la mayoría del tiempo) porque en los primeros planos lo ridículo del monstruo hace que toda sensación de terror se diluye inmediatamente.
Si ya se ha leído la sinopsis del film se verá que su parecido con Alien es más que evidente con esa expedición a otro planeta en dónde se les cuela en la nave el monstruo, además la forma de solucionar diferentes escenas con el bicho como es la utilización de los tuneles de ventilación o de aparecer el 90% de las escenas entre sombras fueron tomadas al pie de la letra por Ridley Scott 20 años después.
Por lo demás nos encontramos con lo típico en estas producciones, personajes sin ninguna carisma y unos pobres efectos especiales pero todo está rodado de una forma muy ligera lo que lo convierte en un producto muy entretenido.
Los hay mucho peores.
Nota: 6/10
Tráiler del film
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